PIDEN MODIFICACIONES A LA ALIMENTACIÓN JUNAEB QUE SE ENTREGA EN LAS ESCUELAS

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Por los ingredientes o por la combinación de estos los niños no comen y la comida termina en la basura, explicó el alcalde Martín Arriagada.

El cambio de minuta en la alimentación que la Junta Nacional Escolar y Becas, JUNAEB, ha implementado este año en escuelas está generando más de un problema entre los apoderados y establecimientos educacionales. Lo anterior, porque los alumnos no se acostumbran a los nuevos menús, lo que deja como consecuencia que los alimentos terminen en la basura y por su parte los niños queden aun con apetito.

El alcalde Martín Arriagada indicó que ha sostenidos reuniones con apoderados de distintos sectores de su comuna y coinciden, en que los alumnos no están aceptando la nueva minuta, ya que no logran consumir de buenas a primera algunos ingredientes utilizados, o algunas combinaciones de estos, que aparecen diferentes a la cultura alimenticia a la que se encuentra acostumbrada la comunidad y por ende los niños.

No comen

Sostuvo que por ellos los estudiantes no están consumiendo los alimentos que les entregan en sus escuelas, generando situaciones, como por ejemplo “que los niños lleguen con hambre a sus casas, consumiendo el doble de alimentos que lo habitual, o que opten por comida chatarra, a lo que se suma que la comida disponible en los establecimientos educacionales deba botarse a la basura, con la pérdida en recursos que ello significa”.

Contó el alcalde que ha venido sosteniendo reuniones, por ejemplo, con las comunidades, con el diputado Hugo Rey, con el representante regional de la empresa encargada de la alimentación y con el delegado Presidencial Provincial de Curicó, lo que ha permitido que los organismos respectivos conozcan de la situación y con ello lograr se desarrolle un cambio en la minuta para hacer más amigable la alimentación con los niños que la consumen.

A la basura

“Hay menús que a los niños no les gustan y no los consumen, por ejemplo leche acompañados de huevos duros, o la incorporación de ingredientes que no les son conocidos que simplemente los alumnos no los comen, y luego en la casa, con apetito, terminan consumiendo el doble, o yendo al local de la esquina para comprar un paquete de papas fritas; mientras que en la escuela los alimentos terminan botándose a la basura”, ejemplificó Arriagada.

Desde este mes

“La idea, agregó, es mantener la intención de comida saludable en las minutas, pero adecuándola a la cultura alimenticia de nuestros niños, con la finalidad que se alimenten bien en las escuelas, puedan desarrollar bien sus clases y que la comida al final de cada jornada no termine en la basura, que es lo que hoy está ocurriendo”, precisando que hay un compromiso de la empresa regional encargada, de avanzar en este sentido a partir de este mes, concluyó señalando el jefe comunal.

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